martes, 19 de agosto de 2008

Imposible

Imposible…


Monterrey, N.L. a 19 de Agosto de 2008


Me gustó lo que dijo hoy el padre Carlitos.

Le llamo Carlitos por su estatura física (que nada tiene que ver con su estatura espiritual) y por el cariño que le tengo. Lo conocí hace más de veinte años, él era seminarista y yo, aún era idealista. Es de esos tipos que con poco trato se les quiere mucho.
Coincidimos cuando ambos realizábamos una labor para DIOS pero a través del hombre: misión urbana (el nombre es lo de menos, ayudar es lo de más).

Él le siguió, se volvió ayudante de DIOS de tiempo completo.

Yo, opté por otro tipo de vocación, mi familia.

Como que nunca me imaginé que desde que nos dejamos de ver (veintitantos años ha) haya crecido tanto. Me refiero a su manera de hablar y lo que es más importante, su testimonio. No tiene toda la parafernalia de los sacerdotes que suelen predicar en programas de televisión o radio, sin embargo, su mensaje es siempre concreto y totalmente pragmático: “Haz todo lo posible y deja lo imposible a DIOS”.

Se trata de super hombres y sub hombres (o mujeres).

¿Dónde parar (super hombres)? Justamente donde termina lo posible y comienza lo imposible, no te metas en ese terreno, ya no es tuyo, es de DIOS.
Pensar que ese problema, esa deuda, esa situación depende solo de nosotros impide la acción de DIOS. Y al final solo queda desgaste y frustración ante situaciones que son completamente inmanejables para el hombre. Solo resta el abandono (diría San Pablo, cuando soy débil, soy fuerte).

Pero tampoco dejes de hacer lo que tienes que hacer, porque eso te corresponde a ti y solo a ti. Y llegan las preguntas: ¿por qué DIOS no me contesta (sub hombres)? ¿por qué no encuentro trabajo? ¿por qué no sano? ¿por qué no tengo paz? ¿por qué me pasa esto a mi? libertad anquilosada.

¿Ya te mencioné –Querido Lector- que el padre Carlitos está enfermo? Tiene una enfermedad de los huesos. Desconozco el nombre, lo que sé es que es degenerativa y muy dolorosa. Cada genuflexión al momento de ejercer su ministerio es acompañada de un rictus de dolor intenso. Pero ni una queja le he escuchado.

Especialmente hoy, traía el alma cansada y las ganas exiguas, es que los días han estado intensitos, pero viendo al padre Carlitos, como que hagan de cuenta que no dije nada.

Lector Querido, haz las cosas como si todo dependiera de ti y
Abandónate en el SEÑOR como si todo dependiera de ÉL

El Escribidor

Quema de Libros (Coronavirus parte II)

Siguiendo con este asunto de la pandemia y haciendo sumas y restas, me he dado cuenta de que hemos sufrido de todo tipo de afectaciones. Nos...