Para ejemplo, tres botones:
Imaginen por un momento Lectora, Lector Queridos, lunes, 15:30 hrs., 39°C, que voy circulando por la Av. Ignacio Morones Prieto -una de las avenidas de Monterrey más peligrosas y transitadas- a una velocidad de 80 km/hr y exactamente enfrente del parque España, a Dios se le pegó en gana que pasaran dos patas -con cinco crías cada una- de un lado a otro de la calle. Un hecho totalmente surreal e increíble. Es una muestra de que nada escapa a la Voluntad de Dios.
Las patas simplemente cruzaron, sin la más leve muestra de temor. Para mi que Dios les dijo: “Ustedes crúcense, yo les echo aguas”. Y ellas, simplemente lo obedecieron.
He aqui la pregunta importante, nosotros, ¿Cuántas veces dejamos de hacer algo a pesar de que Dios nos esté diciendo de mil maneras que lo hagamos?
O a veces lo opuesto ¿Cuántas veces hacemos algo, a pesar de que Dios nos previene que no lo hagamos? !Ah no! nos encanta hacernos patos.
Ahora imaginen, una tarde, un súper de esos de los que hay muchos, me dispongo a sacar dinero de un cajero y de pronto, siento una mirada. Un par de ojitos desde el piso me observan fijamente. Es un pajarito, que por lo que percibo, lleva rato sin poder salir. Una señora me dice: «Tenga cuidado, lleva rato volando, no vaya a picotearlo».
Lo tomo sin miedo – ¿Qué me puede hacer este pajarito?- pienso. El pajarito no hace el menor esfuerzo por escapar, lo tomo en mi mano y lo libero fuera de la tienda.
Me imagino que cuando yo llegué a la tienda, el pajarito estaba platicando con Dios: -Señor- le dijo, -¡no puedo salir!-; -Ahí viene César- dijo Dios, - él te va a ayudar-; agrega el pajarito, -tiene cara de enojón-, -Si, pero es buena onda-. Extraños caminos tiene el Señor.
Me platica mi esposa que a un señor que tiene una carreta -se gana la vida recogiendo basura- se le escapó el caballo y el dueño ni en cuenta. El caballo corrió por la Av. Morones Prieto -se me hace que a Dios le gusta esta calle para hacer sus milagros- hasta que un buen samaritano, se detuvo y amarró al caballo a un poste, al lado de la avenida, para que no se escapara ni corriera peligro. El dueño vio el caballo por las noticias y fue a recogerlo. El caballo a salvo y el dueño feliz.
Es que si Dios quiere que una hoja permanezca, podrá desaparecer el árbol y la hoja permanecerá. Tres ejemplos de una infinidad de milagros que deben estar sucediendo todos los dias en todo el mundo.
Lo malo es que con tantas matanzas y dramas que los medios nos presentan, como que vamos perdiendo la capacidad de asombro y lejos de reconocer las maravillas que Dios nos regala y sus milagros, nos la pasamos contando muertos.
¿Eres capaz de reconocer las maravillas o milagros que Dios trae a tu vida? Tu salud y la de los tuyos; tu casa, tu alimento, tu empleo, tu vestir. ¿Tienes padres? ¿Hermanos o amigos? ¿Eres feliz? ¿Tienes paz? ¿Gozas de libertad?
Hace poco recibí un correo de una buena amiga -que también es mi Comadre- donde nos habla del acuse de recibo que debemos dar cuando recibimos las bendiciones que nos manda Dios, es tan simple como dar las gracias y yastá!! eso es todo lo que Él espera.
A mi Padre Dios, Gracias por todo lo que nos das en cada momento!!!
A ustedes Lectora, Lector Queridos, para no se olviden de agradecer por todo lo que reciben, un abrazo.
El Escribidor
Monterrey, N.L. a 25 de Junio de 2007