domingo, 10 de junio de 2012

Pinto mi raya…

Monterrey, N.L. a 10 de Junio de 2012

 Siendo yo pequeño, cada vez que sentía que algo se salía de control, tenía la costumbre de decir: “Pinto mi raya y no juego”, acto seguido, ya con la seguridad que esta frase me confería, procedía a retirarme. Es como si la línea imaginaria trazada por mí, pudiera de alguna manera, ofrecer una barrera infranqueable para detener cualquier posibilidad de avance de cualquier persona.
Quizás así les sucedió a la mayoría de los hombres en el pasado. Imagínense en tiempos antiguos, cuando un rey negociaba con otro: “vamos a hacer un trato, tu no te pasas de este arbolito y te prometo que no te hago un ‘pancho’, ¿sale?”. Y de esta manera se fueron creando todas las fronteras que hoy conocemos.

Como pasa con la mayoría de las líneas, fronteras o límites, normalmente se trata de algo imaginario y fabricado por el hombre para denotar propiedad, prohibición o de plano un ‘hasta aquí’. Pero, siempre existe la posibilidad de sobrepasar dicha limitante y es precisamente este hecho, lo que le da el verdadero sentido de este artículo.

De por si existen lindes por todos lados que nos van confinando a una vida llena de represión, pero no contentos con esto, nos auto imponemos muchos otros que merman cada vez más nuestra libertad e impiden desarrollarnos plenamente y alcanzar nuestro máximo potencial.

Es de suma importancia, identificar estos limítrofes de nuestro potencial: el miedo, la desidia, la baja auto estima, la inseguridad (en tu persona), la timidez, la mediocridad, la apatía, el rencor, el odio y podría llenar renglones y más renglones, pero lo importante es estar consciente de cuales son.

Una vez reconocidas dichas cotas, recomiendo hacer una lista de lo que necesitas para vencerlas (p. ej. para dejar de sentir rencor hacia una persona, haré una carta donde le aclaré mis sentimientos, platicaré con un sacerdote, asistiré con un terapeuta), ponerle un tiempo limite para resolverlas y una lista de lo que ganaras una vez que logres sobrepasarlas (p.ej. cuando deje de ser tímido, podré hablar con los hombres o mujeres que deseé).

Yo me considero una persona sumamente miedosa, mas sin embargo, me cuesta trabajo seguir muchas reglas que me estorban para lograr mi cometido. Me la paso ignorando limites impuestos por la gente, con la consabida retahíla de reclamos y regaños, es decir, suelo ‘pasarme de la raya’.

Eso funciona para mí. ¿Qué funciona para ti? te queda de tarea.

Me gusta leer a sacerdotes con fuerte influencia de oriente: Anthony de Mello, Carlos G. Vallés, sus escritos, si bien son de carácter religioso, siempre llevan la consigna de despertarnos y espabilarnos de todos nuestros limites, ya sea heredados o impuestos. Los leo e inmediatamente siento que algo se mueve y nada vuelve a ser igual.

Querido Lector, revisa qué límites te están impidiendo alcanzar todo el potencial para el cual fuiste creado y pásate de la raya!!!

El Escribidor

PD.- ¿ya leíste? Te recomiendo: Autoliberación Interior, Anthony de Mello, Ed. Lumen

Quema de Libros (Coronavirus parte II)

Siguiendo con este asunto de la pandemia y haciendo sumas y restas, me he dado cuenta de que hemos sufrido de todo tipo de afectaciones. Nos...