miércoles, 13 de mayo de 2020

La nueva normalidad

Monterrey, N.L. a 12 de mayo de 2020


No sé si ya te platiqué Lectora, Lector Queridos acerca de mi animadversión hacia las mudanzas y los cambios radicales en mi vida. No se trata solo de la resistencia al cambio nada más por molestar, es más que nada una resistencia a tener que adquirir nuevos hábitos y el tener que adaptarme a costumbres nuevas.

Ahora bien, resulta que con esto de la pandemia, todo lo que consideramos «normal» se nos fue por un traste y nuestra vida cayó en el «limbo». De hecho, ya hemos estado hablando de los efectos de la pandemia en nuestras vidas y trabajos y ahora quiero abordar el tema de lo que sucederá cuando todo este teatrito se termine y volvamos a la «normalidad».

Los gringos le llaman a esta nueva realidad «new normal» que se traduce literalmente como la nueva normalidad.

¿Pero qué es en si la nueva normalidad? Pues hagan de cuenta que es como volver a nuestra vida normal pero al estilo del tristemente célebre programa de Big Brother donde siempre las reglas cambian y lo que antes se valía simplemente ya no.

Sé que cuando el gobierno dé el banderazo y nos diga que podemos retomar gradualmente nuestra vida, muchos se van a abalanzar sobre sus viejas costumbres solo para darse de topes contra la pared porque simplemente lo que ahí estaba ya no estará.

Por principio de cuentas, yo creo que se van a encontrar un montón de personas paranoicas que al mínimo estornudo huirán cual gacela asustada; eso sin considerar que de aquí a que el cubre bocas caiga en desuso van a pasar varios meses sino es que años; con decirles que ya hasta diseños de los más variados he visto. El cubre bocas llegó para quedarse, ¡eso sí que sí!

Por otro lado, la gente cambió sus hábitos de consumo y pasó de ser escépticos en la compra en línea a ser firmes creyentes. Descubrieron que no solo es seguro comprar por internet sino también es más práctico, cómodo y sobre todo nos evita el riesgo de contagiarnos de quien sabe cuántas enfermedades, entre ellas el Covid-19.

Otro cambio importante en el humano es la manera como aprende y se capacita.

En el Mundo A.C. (Antes del Covid) nos encantaba atestar las salas de capacitación y hacer eventos multitudinarios y hablar de capacitación por Youtube o alguna tecnología similar, simplemente era de flojera. Bueno en el Mundo D.C. (Después del Covid) seremos capaces de capacitarnos motu proprio y tendremos que ser capaces de controlar nuestros tiempos e incluso automotivarnos. 

Hablando de los negocios, en el Mundo A.C. en trabajar el casa era impensable y sólo las empresas más vanguardistas se daban el lujo de mandar uno o dos días al mes a sus empleados más leales –léase los más amaestrados. La pandemia mostró números fríos: para las empresas, el home office representa enormes ahorros en gastos por insumos, en energía eléctrica, espacios físicos, etc. además de disminuir el ausentismo y el estrés, aumentar la productividad y la lealtad de los empleados teniendo una mejor calidad de vida.

En un Mundo D.C. muy probablemente una parte de la plantilla laboral permanecerá en el esquema Home Office y eso ya no cambiará, esa es la nueva normalidad en el trabajo.

En lo social, en un Mundo D.C. es probable que la tendencia sea la disminución de la asistencia a los lugares públicos pero un aumento en el consumo en lo relacionado a servicios a domicilio, eventos vía internet, una mayor utilización de streaming para música y videos. No creo que los conciertos, la asistencia a los restaurantes o cines vayan a desaparecer, más bien la gente cambiará sus patrones de consumo asistirán pero de una manera más selectiva, eso sí cuidando siempre el distanciamiento social el cual se volverá un hábito para el futuro y más allá.

Por último, en la nueva normalidad, nos vamos a encontrar con gente un poco más amable con su entorno ecológico, un poco más solidaria y sobre todo más consciente de su fragilidad humana y de cómo en cualquier momento, puede suceder algo que cambie su vida y la cambie radicalmente. Creo que aprendimos a planear más en corto sin tanta soberbia. El vivir un día a la vez se volvió un grito de guerra.

La dueña de mis sueños –porque ya no tengo quincenas- se apanicó cuando platicamos de un cuadro sinóptico de gobierno donde indicaba las fechas y la manera como se reactivarían las actividades de la vida diaria porque está preocupada de salir diferente después de la pandemia y siente que no ha avanzado lo suficiente en su transformación. Me dio gusto saber que se preocupa por cambiar porque hay mucha gente que simplemente le vale y será exactamente igual que cuando todo este desbarajuste comenzó. Bien por ella.

Lectora, Lector Queridos, no estoy diciendo que esto ya se terminó, todavía falta, pero eso sí, debemos estar preparados para esta nueva normalidad, nos guste o no.

Te mando un abrazo, que te permita sentirte feliz y confortable en este clima de cambios,

 

El Escribidor


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos los cambios nos ayudan a crecer y ser mejores personas, ésta situación nos permite hacer los cambios positivos que el mundo necesita de nosotros, ojalá realmente valoremos este tiempo y lo utilicemos para mejorar cada uno, para bien de todos, me gustó mucho este articulo y el saber que nos debemos aclopar a la nueva normalidad nos hiciste, bueno al menos a mi, a pensar en lo valioso que es este tiempo para regresar a la nueva normalidad siendo una mejor persona.
Otro abrazo Escribidor con. Susana distancia.

Ruth dijo...

Pues en esta ocasión estoy totalmente de acuerdo contigo. Ya todo lo relacionado con el coronavirus nos produce cansancio mental y luego todas esas contradicciones respecto a que no es mortal pero se han muerto miles, que no usemos cubre bocas pero siempre si, que el virus no está en el aire ni en la ropa pero siempre si etc. Etc. Etc.
En mis comentarios anteriores que escribí en tu blog y que no aparecen y a pesar de estar de acuerdo contigo en no ser pesimista menciono que desafortunadamente no vamos a salir siendo mejores después de un encierro, al contrario como éste ya ha sido demasiado prolongado, ya hay muchas afectaciones físicas y psíquicas en la mayor parte de la gente.
Pero si estoy de acuerdo en no ser pesimista y en hablar de cosas alegres, alentadoras y no estar obsesiónados con la hora en que nos llegará el coronavirus.
Saludos a la familia.

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