miércoles, 3 de junio de 2020

Aquí y ahora


Me encontré por ahí un párrafo del libro Golden Day de Robert Burdette que viene a bien para estos tiempos y que dice: «Hay dos días en la semana que nunca me preocupan. Dos días despreocupados, mantenidos religiosamente libres de miedos y temores. Uno de esos días es ayer…y el otro día que no me preocupa es mañana»

Aquí vemos la clave para contrarrestar toda esta neurosis global ocasionada en gran medida por la pandemia y por todos los actores en este juego de dimes y diretes llamado chisme social –léase redes sociales–.  

Por un lado, vivimos preocupados por todas las cosas que dejamos de hacer; o por las cosas que hicimos mal; nos exacerba el coraje por no haber tomado una decisión adecuada y por habernos equivocado. O por habernos equivocado al no tomar una decisión.

Fantasmas del pasado arrebatándonos un presente valiosísimo e irrepetible, impidiéndonos gozar del momento presente.

Y luego aparece la depresión como una factura por cargar con nuestras culpas pasadas.

Eso sí, somos especialistas en el arte de la culpa.

Deporte nacional practicado desde tiempos inmemoriales.

Arraigado en nosotros por nuestros ancestros los cuales dominaban el arte de culpar a otros y sobre todo, de hacernos sentir culpables.

Ratificado por nosotros mismos, blandiendo la culpa como un arma contra los demás tratando de evadir nuestra propia ineficiencia o inmoralidad.

Por otro lado, vivimos preocupados por lo que pueda suceder mañana. Miedos anticipados alimentados por nuestra ignorancia o por nuestra inocencia al creer cuanto informe nos llega sin si quiera cuestionar la fuente.

Calamidades e infortunios imaginarios invaden nuestra tranquilidad y nuestro presente.

Creamos en nuestra mente todo tipo de escenarios apocalípticos y terminamos por creerlos. Ensuciamos una vez más nuestro presente con situaciones irreales.

Entonces aparece el cobro, una angustia desmedida ocasiona en nosotros una ansiedad incontrolable.

Le llaman las enfermedades del siglo XXI: la depresión y la ansiedad. Ambas totalmente psicosomáticas. Ambas totalmente manejables.

Pero no, nos aferramos a creer que de verdad estamos enfermos y nos plagamos de síntomas que nos hacen creer que de verdad estamos enfermos.

Dolores de cabeza, dolores musculares, gastritis, enfermedades de la piel y muchas más aparecen producto del stress, primo hermano de ambas.

Comenzamos la carrera por la salud, asistimos al psiquiatra, al psicólogo, al médico y muchas veces recurrimos hasta con charlatanes para que nos ayuden con nuestros problemas.

Pero la solución es muy simple y está al alcance de nuestras manos. No va a ser fácil pero si somos constantes, lograremos vivir en paz.

La solución consiste en vivir el momento presente. Nada de preocupaciones por lo que pueda pasar ni culpas por lo que pasó. Lo verdaderamente importante es aquí y ahora. Este momento es el más precioso y debemos esforzarnos en vivirlo con una intensidad como si fuera el último momento de nuestro existir.

Vivamos un momento a la vez. Disfrutemos de quienes nos rodean y de lo que nos rodea. Demos gracias a Dios por estar vivos un momento más.

Desechemos todo lo que nos quite la paz y el sosiego.

Recuérdenlo Lectora, Lector Queridos, el momento más importante es el momento que estamos viviendo porque no habrá otro igual.

Para que vivas el momento presente y lo disfrutes al máximo, te mando un abrazo

 

El Escribidor

Monterrey, N.L a 2 de junio de 2020


1 comentario:

Ralkee dijo...

1-Hakuna Matata
2-Es imposible no estar abrumado por la marea de la informacion, hay quienes lo llevan al extremo de enfermarse de ver malas noticias todo el dia y tambien hay quienes no se preocupan porque no esta dentro de su control. Ambos extremos estan mal (en mi opinion) mas bien habria que leer algo, cuestionarlo, revisar si la informacion tiene fuentes y son confiables y ya despues de haberlo analizado entonces si elegir si preocuparse o no!
Pero hay que estar informados, eso es definitivo!

Saludos!

Quema de Libros (Coronavirus parte II)

Siguiendo con este asunto de la pandemia y haciendo sumas y restas, me he dado cuenta de que hemos sufrido de todo tipo de afectaciones. Nos...